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Investigación impulsada por una Beca Leonardo en medio ambiente

La presencia de la malaria aviar en mosquitos es mayor al alejarse de ríos y marismas

Un equipo de la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha analizado el efecto de las características de hábitat y la comunidad de mosquitos en la presencia de parásitos de malaria aviar en el mosquito común. El trabajo forma parte de un proyecto de investigación impulsado por una Beca Leonardo en Ciencias del Medio Ambiente y de la Tierra concedida en 2023 a Martina Ferraguti, para estudiar la diversidad de mosquitos y su impacto en la propagación de enfermedades.

22 mayo, 2024

Aunque apenas mide unos 10 milímetros, el mosquito es el animal más letal del mundo. A través de su saliva, transmiten múltiples virus y parásitos que causan numerosas enfermedades. De sus picaduras no se salvan ni las aves y la malaria, al igual que sucede con los humanos, es una de las muchas enfermedades que pueden contraer. En España, la prevalencia de malaria aviar es bastante alta. Por ejemplo, el 30% de los gorriones comunes se encuentra infectado. Un estudio de la Estación Biológica de Doñana-CSIC dirigido por la investigadora Martina Ferraguti, investigadora posdoctoral Ramón y Cajal en Ecología de Humedales en la Estación Biológica de Doñana, ha analizado el efecto de las características del hábitat y la comunidad de mosquitos en la presencia de malaria aviar en el mosquito Culex pipiens, en más común en España. El trabajo, publicado en la revista iScience, se engloba dentro de su proyecto Leonardo La diversidad de mosquitos y su impacto en la propagación de enfermedades transmitidas por vectores.

El estudio se ha realizado en diferentes localidades de Sevilla, Huelva y Cádiz con diversos tipos de uso de suelo para comprobar si las características del hábitat determinaban la presencia de parásitos de la malaria aviar. “Hemos ido a muestrear a ambientes naturales, rurales y urbanos – comenta Ferraguti – para poder hacer una comparativa y hemos visto que hay más diversidad de Plasmodium, que es el parásito, en los hábitats naturales que en los rurales, donde hay más animales de interés ganadero”. Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó alrededor de 16.500 mosquitos agrupados en más de 750 muestras de mosquito común. En total, se encontraron parásitos en aproximadamente el 30% de las muestras y se identificaron hasta 13 linajes genéticos diferentes de parásitos de la malaria aviar del género Plasmodium.

Se constató, además, que la prevalencia y riqueza de Plasmodium en mosquitos era mayor cuanto mayor era la distancia a marismas y ríos. “En los ríos o en las marismas hay peces, que se comen las larvas de los mosquitos, entonces el resultado es bastante lógico. Los ríos también tienen agua que va corriendo y los mosquitos se reproducen en agua estancada”, apunta Ferraguti.

La malaria afecta a la salud de las aves, generando una enfermedad crónica que reduce su éxito reproductivo y su probabilidad de supervivencia. No obstante, el parásito que afecta a las aves no supone ningún peligro para la salud de las personas. “Trabajar con el parásito de la malaria aviar es un modelo de estudio perfecto, porque permite estudiar cómo se reproduce el parásito, y luego podemos aplicar lo que investigamos al caso de la malaria humana sin tener riesgo de infectarnos, ya que tienen un mecanismo de transmisión diferente”, añade Ferraguti.

“Los estudios que hemos llevado a cabo, señalan un papel principal del mosquito común como vector de los parásitos de la malaria aviar”, afirma Josué Martínez de la Puente, científico titular Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), otro de los firmantes del artículo y que también obtuvo una Beca Leonardo en Ciencias del Medio Ambiente y de la Tierra en 2017.

Además de la Beca Leonardo, el trabajo cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía (P11-RNM-7038) y del Organismo Autónomo Parques Nacionales (PN2022-2945).