El 9 de diciembre en el Centro Cultural Casa de Vacas de Madrid y gracias a una Beca Leonardo
Se estrenan tres obras para estudiar las representaciones mentales del tiempo en el proceso compositivo
José Luis Besada investiga, a través de una Beca Leonardo, las representaciones mentales del tiempo que acontecen durante la composición de una obra. Una de las vertientes del proyecto consiste en estudiar in situ y en retrospectiva el proceso a través del encargo de tres obras. Las piezas han sonado por primera vez el 9 de diciembre, interpretadas por Neopercusión, en el Centro Cultural Casa de Vacas, ubicado en el madrileño Parque del Retiro. Dos días después se han presentado en un programa ampliado —con obras de Gérard Grisey y Kaija Saariaho— en la Fundación Juan March, con retransmisión en directo en Radio Nacional.
5 diciembre, 2024
El 9 de diciembre en la Casa de Vacas y el 11 en la Fundación Juan March se han estrenado Pedres, llàgrimes sospeses, de Núria Giménez Comas; Piedra y Presente, de Abel Paúl; y Nodos, de Rafael Murillo Rosado, tres obras que comparten una circunstancia poco habitual: formar parte de un proyecto de investigación musicológica. En efecto, las tres son encargo de un proyecto Leonardo en Humanidades: Representaciones del tiempo en la música contemporánea: Creatividad – Cognición – Comunicabilidad, a cargo de José Luis Besada, investigador Ramón y Cajal en el Instituto Complutense de Ciencias Musicales.
Se trata de un proyecto en curso que consta de dos vertientes. Por un lado, una serie de estancias de Besada en la Fundación Paul Sacher, en Basilea, un centro de archivo e investigación de la música de los siglos XX y XXI donde analiza bocetos y manuscritos que acompañan a las composiciones de autores como Jonathan Harvey, Gérard Grisey y Kaija Saariaho, para contrastar cómo, mediante textos o gráficos, plasman ideas y técnicas que van surgiendo durante su trabajo, en particular en relación con el tiempo. La segunda línea consiste en el encargo de las tres obras que se estrenarán en diciembre, con el fin de que Besada pueda asomarse a la intimidad del proceso compositivo e indagar en los complejos mecanismos internos que operan durante el acto creativo. Con este fin, ha realizado experimentos compositivos con los creadores a partir de bocetos encontrados en la Fundación Paul Sacher y ha seguido el proceso de escritura mediante grabaciones y breves entrevistas, además de facilitar a los músicos un diario para que registren las diferentes fases del trabajo.
“El estreno de las obras ha marcado otro hito en la investigación”, explica Besada, “pues hemos tenido encuentros con alumnos de Musicología de la Universidad Complutense y con alumnos del Real Conservatorio de Música de Madrid. Ahí ha habido una transferencia que revertirá en la investigación porque he filmado los actos para ver qué tipo de lenguaje y gestualidad utilizan los compositores para transmitir sus ideas musicales, lo que completará el corpus audiovisual de representaciones multimodales, con el lenguaje y con el gesto, del pensamiento sobre el tiempo musical”.
En los meses de febrero y marzo, Besada celebrará encuentros individuales con los compositores para acometer “un análisis retrospectivo del proceso compositivo. Además de la información recabada hasta ese momento, los diarios que me entregarán previamente me servirán para hacer preguntas muy específicas”. Con todos estos materiales, prevé preparar varios artículos de investigación que podrían ver la luz a lo largo de 2025.
Mientras tanto, el público ha podido disfrutar este mismo mes de diciembre de las obras resultantes. De Pedres, llàgrimes sospeses, Núria Giménez Comas, su autora, comenta en las notas al programa que “la idea poética de la pieza y el título provienen de esta mirada hacia el cielo ya en la antigüedad (como en Stonehenge), el misterio que la rodea, de esta idea de “piedras suspendidas” que devolvió mi inspiración a este impresionante espacio que es el desierto de Atacama. El trabajo con la materia temporal como centro, la forma, el timbre y procesos que se superponen se alternan con rupturas y espacios temporales dramatúrgicamente opuestos”.
Abel Paúl señala que Piedra y Presente “explora la percepción subjetiva del tiempo y su impacto en la experiencia individual. Este tema enlaza, poéticamente, con el pensamiento de María Zambrano, que ofrece una visión existencial del tiempo en la que no existe una cronología rígida, sino un flujo no lineal que refleja los estados interiores de cada individuo. Zambrano sugiere que el tiempo es, en última instancia, una construcción discontinua e íntima que se despliega a través de nuestras emociones, recuerdos y esperanzas. Como metáfora de la experiencia individual del tiempo, en mi obra se utilizan ocasionalmente tempi derivados del ritmo cardiaco de cada uno de los intérpretes, creando equilibrios frágiles entre asincronía y sincronía. De esta manera, he intentado reflejar poéticamente la idea de que el tiempo, en lugar de ser una medida externa, puede entenderse como una dimensión introspectiva y variable”.
Si estas dos pieza comparten referencias cruzadas a lo rocoso, Nodos opta —en palabras del compositor Rafael Murillo Rosado— por desplegarse “en forma de red mediante una narrativa interactiva entre mi identidad sonora y los percusionistas, casi a modo de juego. Mi voz, convertida en una simulación, se torna un recurso sonoro maleable que se integra en una estructura temporal disyuntiva mediante la interacción. La temporalidad se vuelve multiforme, guiada por el diálogo entre percusionistas, electrónica y esa presencia simulada. A través de procesos autogenerativos y una fragmentación del tiempo y la identidad, la obra propone una experiencia inmersiva mediante proyección multicanal”.
Las tres obras han sido estrenadas por Neopercusión y Besada optó por esta familia instrumental para los encargos porque “quería era evitar que estén pensando mucho en notas musicales en alturas porque eso implica trabajar en armonía, melodía, etc. En cambio, si crean con percusión no afinada y no se tienen que preocupar tanto o casi nada del parámetro altura durante el proceso compositivo pones el foco en el ritmo y focalizarse más en el ritmo es pensar más tiempo en el tiempo”. En Casa de Vacas las tres obras de estreno se han interpretado solas, en el seno del festival mADRID aCTUAL. en la Fundación Juan March junto con Stèle, para dos percusionistas, de Gérard Grisey, y con Six Japanese Gardens, de la galardonada Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera Kaija Saariaho, en un concierto que llevará por título “El tiempo como material compositiva”.