Destino: Italia. Descubriendo a los “padres fundadores” de la Unión Europea
Pablo Echart (Irún, Guipúzcoa, 1973) es doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra y becario Leonardo en la categoría de Economía y Gestión de Empresas, Ciencias Jurídicas y Sociales del año 2017. Actualmente es profesor de Guión Cinematográfico y Televisivo II y Análisis Audiovisual de Historias en la Universidad de Navarra. Su proyecto consiste en escribir El sueño de Europa: el guión cinematográfico, un largometraje basado en el libro Europa, un salto a lo desconocido (Encuentro, 2015), de Victoria Martín de la Torre. El filme recordará, como hace el libro, a los padres de la Unión Europea Jean Monnet, Robert Schuman, Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi y Paul-Henri Spaak.
23 julio, 2018
Durante la última semana de junio y la primera de julio realicé una breve estancia en Italia para documentarme con fuentes de primera mano sobre los “padres fundadores” de la Unión Europea, por ser estos los protagonistas del guión de largometraje que estoy escribiendo gracias a la Beca Leonardo.
La primera etapa del viaje tuvo lugar en Florencia, donde era obligado visitar el Archivo Histórico de la Unión Europea, gestionado por el European University Institute en el magnífico espacio de Villa Salviati.
Para aprovechar al máximo la estancia conté con la ayuda de Juan Alonso, responsable del archivo audiovisual del centro. Gracias a su acertada guía, pude revisar distintos documentos fílmicos sobre la gestación de la Unión Europea y, sobre todo, afiné en la búsqueda de los muchos dosieres fotográficos de que consta el Archivo. Entre las muchas instantáneas que revisé se encuentran las obtenidas en los múltiples encuentros oficiales que Adenauer, Schuman, De Gasperi, Spaak, Monnet y otros estadistas mantuvieron desde la temprana posguerra mundial hasta la firma de los Tratados de Roma en marzo de 1957, momento en el que la Comunidad Económica Europea toma carta de naturaleza. A la hora de escribir un guión, la concreción del lenguaje visual es esencial, y las fotografías son de gran ayuda a la hora de recrear a los personajes y los espacios que habitan. Aunque las fotografías tomadas en momentos públicos son dominantes, también son sugerentes aquellas que presentan a los protagonistas en situaciones privadas o distendidas, como esa imagen en la que Konrad Adenauer cuida las rosas del jardín de su casa en Rhöndorf, o aquella en la que Paul-Henri Spaak completa un solitario con una baraja de cartas. El repaso fotográfico también me permitió acercarme a “personajes secundarios” como Winston Churchill, Dean Acheson o “Ike” Eisenhower; eficaces colaboradores de Jean Monnet como Pierre Uri y Étienne Hirsch; o federalistas como Denis de Rougemont o Salvador de Madariaga, seguramente el más insigne de los europeístas españoles.
También aproveché la estancia en el European University Institute para documentarme en los fondos bibliográficos sobre la Unión Europea dispuestos en la sede de Badia Fiesolana y para realizar algunas entrevistas. El historiador Benedetto Zaccaria me recomendó tener en cuenta en el relato de la integración los aspectos candentes de política interior que afrontaron los distintos protagonistas, de manera que la historia de la integración sería una combinación de idealismo y pragmatismo. También me entrevisté con los archiveros Andrea Becherucci y Gherardo Bonini, con quienes confronté sobre todo la imagen y el legado de Alcide De Gasperi, el político que tomó las riendas de Italia entre 1946 y 1953, y uno de los más destacados impulsores de la Unión gracias a su decidido y temprano apoyo a la CECA y a su liderazgo en el proyecto frustrado de la Comunidad Europea de Defensa (CED).
El motivo central de mi posterior viaje a Roma fue, justamente, acercarme a la figura de Alcide De Gasperi. Por amabilidad de Dieter Schlenker, Victoria Martín de la Torre y Armando Tarullo, tuve la oportunidad de entrevistarme con una de las personas que más estrechamente le trató durante décadas y que ha dedicado buena parte de su vida a transmitir su legado. Me refiero a Maria Romana De Gasperi, una de las cuatro hijas que tuvo el dirigente demócrata-cristiano, promotora de la Fundación De Gasperi y autora de libros como Mio Caro Padre y De Gasperi. Ritratto di uno statista en los que glosa su figura.
Maria Romana De Gasperi junto al retrato de su padre
La conversación tuvo lugar la mañana del tres de julio en su residencia romana, antes de que Maria Romana partiera a renglón seguido a Valsugana, a la casa de campo donde tanto tiempo compartió de joven con su padre. Su testimonio fue valioso para rememorar las dimensiones privada y pública de De Gasperi, y así durante prácticamente dos horas tratamos entre otros asuntos su amistad con Robert Schuman y Konrad Adenauer; el papel de Francesca, mujer de Alcide y madre de Maria Romana, en la vida del político; la imbricación de su cristianismo en su concepción de Europa; la relación no exenta de dificultades que mantuvo con el Papa Pio XII; o la entereza con la que encaró su enfermedad terminal entre 1953 y 1954.
El viaje de Roma sirvió también para entrevistarme con Armando Tarullo, vicepresidente de la Fundación De Gasperi, quien me recibió en la sede que la Fundación tiene en la calle del Goberno Vecchio, y para visitar dos lugares emblemáticos referidos a la historia de los “padres fundadores”: la basílica de San Lorenzo Extramuros y el Campidoglio. El templo en el que se encuentran las tumbas de San Lorenzo y San Esteban fue el elegido para depositar los restos mortales de Alcide De Gasperi.
Pórtico de la basílica de San Lorenzo Extramuros, Roma
Sala de los Horacios y Curacios del Campidoglio
Como se puede ver en este documento filmado de British Pathé, el pueblo de Roma se volcó para despedir a este prohombre en agosto de 1954. Tres años más tarde, la firma de los Tratados de Roma en la Sala de los Horacios y Curacios del Palacio de los Conservadores del Campidoglio es acompañada de una misa y un homenaje a De Gasperi en la basílica. En el templo, Adenauer, entre otros firmantes, deposita flores ante la mirada de la viuda Francisca.
Aprovechando el viaje de regreso, visité Santa Margherita Ligure, donde en febrero de 1951 se produce una cumbre bilateral entre los gobiernos italiano y francés. Como relata María Victoria Martín de la Torre en Europa, un salto a lo desconocido, el bloqueo de las reuniones de trabajo presididas por De Gasperi y Pleven en el Gran Hotel Miramare es vencido gracias a la sintonía entre el político italiano y Schuman, que acercan posturas sobre sus divergencias sobre cómo construir Europa, mientras caminan por el paseo marítimo: Schuman le hace ver la necesidad de avanzar siguiendo el modelo sectorial y pragmático de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), y a su vez se compromete a defender el plan de De Gasperi sobre la Comunidad Europea de Defensa (CED).
Paseo marítimo de Santa Margherita Ligure