Carlos de Castellarnau, Beca Leonardo 2023 en Música y Ópera

El proyecto Leonardo ‘Nunca se voló tan bajo’ se estrenará en la Sala Beckett el 26 y 27 de octubre

Carlos de Castellarnau crea un espectáculo híbrido que aúna concierto, exposición, teatro y participación del público

FUNDACIÓN BBVA

Cuando el público entre en la Sala Beckett, en Barcelona, el próximo 26 y 27 de octubre, no ocupará sus asientos, porque estará en una exposición de esculturas del artista Carlos López. Se le repartirá una audioguía que le mostrará primero las obras para más adelante sumergirle en una historia, mientras arranca un concierto en el que los músicos participan también en la puesta en escena… Es ‘Nunca se voló tan bajo’, el proyecto híbrido creado por el compositor Carlos de Castellarnau.

26 septiembre, 2024

Perfil

Carlos de Castellarnau

“Mi interés por la hibridación de formatos es una evolución natural de mi trayectoria en los últimos cuatro años, cuando empecé a hacer, primero, teatro musical y luego, en julio de 2023, estrené en el Liceu la ópera de cámara Hi ha monstres que viuen per la seva curiositat”, explica Carlos de Castellarnau. “Esa hibridación de formatos, incluso no artísticos, tiene la ventaja”, razona, “de que son un medio poderoso para integrar al público” y, desde el punto de vista de un compositor, “aportan esa frescura que transpira el ambiente del teatro, con espectadores de todas las edades y temas que les son cercanos”.

Nunca se voló tan bajo” es un concierto de música contemporánea que he compuesto para seis instrumentos y electrónica y que interpreta CrossingLines Ensemble. El segundo formato —que de alguna forma es el principal— es una exposición de escultura contemporánea con obras cedidas por el artista Carlos López. Cuando la gente accede a la sala no encuentra la separación escena-público, sino que pasa directamente a la sala de exposiciones. Y aquí se introduce la dimensión teatral, de la que también soy autor, pues se les entrega una audioguía que es el personaje principal, una voz grabada que les va llevando por las diferentes obras, carga con el peso narrativo e involucra a otros personajes que son, en realidad, figurantes interpretados por los propios músicos. En el centro se encuentra una instalación, una cama con un hombre tumbado, que evoca el Malone muere de Samuel Beckett, una novela sobre una persona que espera la muerte e, incapaz de moverse, describe lo que ve y oye a su alrededor: en definitiva, un ser a la escucha, que es uno de los temas centrales”.

Música, texto, escultura y actuaciones componen una obra transdisciplinar que, detalla Castellarnau, “surge de una necesidad de expresión muy personal y trata sobre la vulnerabilidad del ser humano y habla de cómo todos, en algún momento de nuestra vida, nos autoengañamos porque es más fácil mirar hacia otro lado que aceptar la realidad; y propone al espectador la reflexión de que si todo el mundo se conociese mejor a sí mismo tal vez el mundo sería un lugar más habitable”.

El compositor y dramaturgo explica las sinergias en un proceso creativo tan singular: “Aunque había trabajado con autores de teatro, esta es la primera vez que me lanzo a crear un texto escénico, que a su vez marca el paso a la escritura musical, pues es más fácil componer cuando tienes una referencia descriptiva. A esto se suma la concepción escénica, pensada desde el inicio para introducir al público dentro de la obra y desarrollada posteriormente por el director de escena y asistente dramatúrgico, Dobrin Plamenov. No habría podido acometer un proyecto tan ambicioso sin la Beca Leonardo, que me ha permitido concebir y desarrollar el espectáculo de manera integral, en la que late la influencia de dos autores: Samuel Beckett, quien tuvo además una especial relación con la música, y el dramaturgo austriaco Thomas Bernhard”.