Hace tiempo que el teatro no es ya el ágora clásica en la que el autor ejercía un papel didáctico y buscaba situarse en el centro de las grandes cuestiones de lo humano y lo divino. A los autores actuales les interesa, cada vez más, la periferia: salir a buscar otras voces y temas en la conversación con las personas que les rodean, en lo cotidiano, en el tabú de antaño y allí donde los límites entre las estructuras teatrales clásicas se difuminan y se mezclan con el documental, el circo y la música.
Si el texto teatral siempre fue un borrador, en las modernas formas de escribir teatro, pasa a ser una materia dúctil y viva que se modela en las interacciones que el autor puede mantener directamente con las fuentes. En el teatro documental o testimonial, el papel del dramaturgo es generar la ficción al poner el foco en un punto determinado u omitir otros aspectos.
En un mundo pospandémico, y frente al hartazgo de la contemplación individual de una pantalla, el teatro se ha recuperado como paradigma del arte presencial que ofrece al público la oportunidad de compartir un evento cultural. Una experiencia que se intensifica cuando el espectador se siente vinculado con la fuente directa de la obra.
Mar Gómez Glez y Fernando Sánchez-Cabezudo dialogan sobre esta visión del teatro y sobre el grado de libertad creativa que les ofrece crear desde la periferia, asumiendo riesgos e intentando que su público salga de sus obras con más preguntas que certezas.
RECOMENDACIONES:
de Mar Gómez Glez:
- Teatro posdramático, de Hans-Thies Lehmann
- DRAMÁTICA, nº4, Centro Dramático Nacional
- Supernormales, función teatral escrita por Esther F. Carrodeguas y dirigida por Iñaki Rikarte
- Dramawalker, ficciones sonoras geolocalizadas que desarrolla el Centro Dramático Nacional en colaboración con otras instituciones