BIOGRAFÍA
Patricia Bernal Guzmán es licenciada en Biología por la Universidad de Sevilla, donde se doctoró en Bioquímica y Biología molecular con una tesis centrata en el estudio de los lípidos de membrana P. putida en respuesta a estrés abiótico.
Más adelante se incorporó al Departamento de Microbiología de la University College London (Reino Unido), y en 2010 comezó a trabajar en el Departamento de Proteccion Ambiental de la EEZ (CSIC) como investigadora Juan de la Cierva. En 2019, regresó a España y se incorporó a la Universidad Autónoma de Madrid con un contrato InterTalentum, y posteriormente al Departamento de Microbiología de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla como Investigadora Principal con un contrato del Programa Retos en la modalidad de Jóvenes Investigadores. Actualmente, dirige un grupo de investigación en el mismo departamento como investigadora Ramón y Cajal.
PROYECTO
El objetivo de este proyecto es desarrollar un método para eliminar a la bacteria fitopatógena Xylella fastidiosa, conocida como el “Ébola del olivo” por sus devastadores efectos sobre este cultivo, utilizando agentes de control biológico respetuosos con el medio ambiente. Patricia Bernal Guzmán trabaja en el campo del biocontrol, que es el uso de microorganismos inocuos para eliminar microorganismos patógenos. Para este proyecto, estudiará la capacidad del Pseudomonas putida KT2440, una bacteria segura y muy bien estudiada, con gran capacidad para matar patógenos, para luchar contra esta gran amenaza.
La X. fastidiosa infecta a una gran variedad de plantas de interés económico, como los olivos, los cítricos, la vid y el café y produce enfermedades que pueden ser letales. Es originaria del continente americano, pero el 2013 se detectó en Europa por primera vez, concretamente en Italia, donde un brote de este microorganismo patógeno arrasó miles de hectáreas de olivos. En España se detectó en 2016, cuando infectó plantas de acebuche, olivo, almendro y vid. Esta bacteria vive en el xilema de los árboles, y se transmite de uno a otro a través de un insecto vector que pica al árbol.
“La cepa del Pseudomonas putida KT2440 se descubrió hace unos 15 años. Funciona disparando toxinas a otras bacterias para matarlas. Tiene hasta tres “armas” distintas con diferentes toxinas. En mis publicaciones anteriores ya he demostrado que es muy efectiva eliminando otro tipo de patógenos”, señala la investigadora.
Para el desarrollo de este proyecto contará con la colaboración de un grupo de Investigación dirigido por Blanca Landa en el Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC, ya que cuentan con un laboratorio destinado al estudio de la X. fastidiosa, donde se puede tener la bacteria muy contenida para evitar fugas. “Allí tienen un sistema de tubos que simula los vasos del xilema del olivo, donde podremos observar cómo se van a comportar estos dos microorganismos a través de la microscopia de fluorescencia”, añade la investigadora.