BIOGRAFÍA
Alberto Rebassa Mansergas (Palma de Mallorca, 1982) se graduó en Física en la Universidad de La Laguna hizo el doctorado en la Universidad de Warwick (Reino Unido). Ha sido investigador postdoctoral en la Universidad de Valparaíso (Chile) y en el Instituto Bavli de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Pekín, desde donde mantuvo colaboraciones con instituciones en China, España, México, Tailandia y Reino Unido. Al terminar su contrato en China volvió a España como investigador postdoctoral en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), dentro del Grupo de Astronomía y Astrofísica. Desde febrero del 2018 es investigador Ramón y Cajal en la UPC.
PROYECTO
El objetivo de este proyecto es analizar la relación entre la edad de las estrellas de nuestra Galaxia y su contenido en elementos químicos más pesados que el helio. Casi todos los elementos químicos han sido fabricados en el núcleo de las estrellas. A medida que las estrellas envejecen sintetizan elementos más pesados, esto es, con más protones y neutrones, y en astrofísica, a los elementos más pesados que el helio se les considera metales. El objetivo de este proyecto es describir la relación entre la edad y la metalicidad de las estrellas de una manera precisa, lo que nos ayudará a entender cómo nuestra Galaxia ha evolucionado químicamente en el tiempo.
Para ello se medirán la edad de decenas de estrellas en sistemas binarios que se formaron al mismo tiempo y que actualmente están compuestos por una enanas blanca y una estrella del tipo solar que orbitan una en torno a la otra. Las enanas blancas son la clase de objeto en que se convertirá nuestro sol cuando muera –es decir, cuando deje de emitir energía porque ya no hay reacciones de fusión nuclear en su interior-; las enanas blancas se enfrían en un proceso que se conoce muy bien, y por tanto pueden usarse como relojes cósmicos para medir la edad tanto de la enana blanca, como de su estrella compañera. Analizando también, por otros métodos, los elementos químicos presentes en la estrella compañera, los astrofísicos podrán relacionar la edad del sistema con su contenido en metales.